Todos tenemos nuestra propia opinión sobre cada cosa. El problema empieza cuando entre varias personas surgen diferentes puntos de vista y todos ellos defienden sus ideas de manera inflexible. El respeto y la tolerancia son dos buenas formas de afrontar estas situaciones.
Escuchar y analizar las propuesta de nuestros colaboradores, compañeros o subalternos puede llevarnos a descubrir ideas brillantes. Imponer y obligar nunca es el camino. Eso no implica que no defendamos nuestras ideas de manera lo más brillante posible. El resultado de aceptar un punto de vista diferente se llama tolerancia. También lo llamaría sabiduría.
En este nuevo corto de Cau Artístic recreamos una situación de desacuerdo entre nosotros, que sabemos reconducir. ¿Cómo no?¿Alguien lo dudaba?
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